Tatuajes temporales de Pepper Ink

Hace poco hablé de la costumbre que tenemos las personas de querer dar simbolismo a todo, de encontrar un significado tras algo aparentemente banal. Es absurdo, si te paras a pensarlo. Y también bonito. Creo que tenemos derecho a elegir nuestras propias marcas de guerra, algo que cuente una historia para nosotros y además sea bello, al menos en la sociedad en la que vivimos.

Los tatuajes que más me gustan a mí son los de flores, de todas las formas y tamaños. Es una buena metáfora para la vida, me recuerda inconscientemente a aquello de "coged la rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela..." que leía uno de los chicos en El club de los poetas muertos. También me parecen muy especiales las frases en un rincón de piel, el concepto de llenar tu cuerpo de literatura o poesía.

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Personalmente, un tatuaje grande me intimida muchísimo. Lo cual no quiere decir que me parezcan feos, más bien todo lo contrario. Cuando están bien hechos, son verdaderas obras de arte.

Andras Schram

La actriz Ruby Rose, de OITNB

Resumiendo, los tatuajes. Tanto pequeños como grandes son preciosos.
¿Cuándo me haré uno? Quién sabe. Soy paciente para estas cosas, y cuando llegue el momento, llegará. O quizás no llegue nunca. De cualquier modo, me parece importante recalcar que llevar tatuajes no te hace un tipo de persona u otra, y aquí hablo de los prejuicios tontos que deberíamos quitarnos todos de la cabeza. Pero sí imagino que acaba formando parte de tu identidad. Porque significa que has vivido, y te ha gustado tanto este mundo que has decidido llevarte parte de él y su arte contigo.